En 1948, se tienen noticias de su actuación como cantante en Radiodifusora Venezuela con en el seudónimo Morella Kenton con un repertorio norteamericano de moda, y su presentación en un programa de televisión de variedades conducido por Víctor Saume.
En sus primeros años de trayectoria formó parte del Orfeón del Liceo Andrés Bello, dirigido por Lorenzo Figallo Espinal; del Orfeón Universitario dirigido por Antonio Estévez. Fue también estudiante de la profesora Lydia Butturini de Panaro, quien se convertiría en una persona determinante en su futuro artístico.
De 1953 a 1957 cursa estudios musicales en la Escuela Superior de Música “José Ángel Lamas” bajo Inocente Carreño y Raimundo Pereira en teoría y solfeo, Juan Bautista Plaza en historia de la música y estética musical y Vicente Emilio Sojo en armonía. Se incorpora también al Orfeón Lamas, donde se le brindó la oportunidad de ofrecer su primer concierto clásico con un repertorio de Mozart, Saint-Saën y Bethoven.
En 1958, con una beca del Ministerio de Educación de Venezuela, se dedicó al estudio de interpretación de música de cámara en la Academia Santa Cecilia de Roma, bajo la dirección de Giorgio Favaretto, y simultáneamente cursó italiano en el Instituto Dante Alighieri. Junto a Favaretto, quien la acompañaba al piano, realizó varios recitales y conciertos en Italia.
En 1960 cursa estudios en La Academia Superior de Música y Arte de Viena y en Quekhoven (Holanda), donde realizó cursos de canto e interpretación con Noemí Perugia.
1961 representa un hito en la biografía de Morella: Su debut en el Palazzo Forte de Verona bajo los auspicios de la Academia de Cultura Musical de Verona; la obtención del Premio Primavera de Praga, certamen internacional para cantantes de formación académica que motivó el interés del mundo musical del momento por su voz; y su nueva etapa personal, ahora como esposa y madre, en matrimonio con Pedro Álvarez Ibarra y de cuya unión nacieron Gunilla Álvarez y Diego Álvarez. Ambos figuras relevantes en la escena musical y cultural venezolana.
Desde el comienzo de los años 60’s se reportaron unos 400 conciertos de Morella Muñoz alrededor del mundo. Austria, Chescolovasquia, Polonia, Suecia, Italia, España, Dinamarca, Inglaterra, Holanda, Argentina, República Dominicana, Uruguay, Chile, Brasil, Colombia, Perú y los Estados Unidos se cuentan entre los países que pudieron disfrutar su voz.
Teresa Grabowska del diario Tribuna de Polonia escribió: “En la Sala de la Filarmónica de Varsovia ha actuado la artista venezolana Morella Muñoz, proporcionando a los oyentes una gratísima e inolvidable impresión. Su voz mezzo-soprano, excepcionalmente hermosa, ha fascinado extraordinariamente al público varsoviano por su hondura de sonido en las canciones de los compositores italianos del siglo XVIII y en la aria de L. Cherubini.”
En el campo folklórico Morella Muñoz, interpretó canciones indígenas, religiosas populares, melodías infantiles tradicionales, cantos de trabajos, motivos agrarios y afrovenezolanos, además de composiciones urbanas contemporáneas.
En el campo académico sus interpretaciones incluyeron el concierto, la misa, el oratorio, el réquiem, la canción de arte y la ópera Doña Bárbara, con libretos de Isaac Chocrón Isaac, música de la compositora norteamericana Carolyn Lloyd y la dirección de José Igancio Cabrujas.
Fue considerada por muchos como la mejor intérprete latinoamericana de Brahms y del Lied alemán en el mundo. Asimismo, fue especialista en Schubert, Schumann, Wolf, Bach, Handel y Mahler. Cantó con la Orquesta de Cámara de la UCV, la Orquesta Sinfónica Venezuela, la Orquesta Filarmónica de Caracas y la Orquesta Nacional Juvenil Simón Bolívar.
La Fundación Morella Muñoz tiene el fin de rescatar y mantener su legado cultural y artístico, así como la generación de espacios y/o acciones que permitan contribuir con el desarrollo de la música y el canto en Venezuela, ya sea en el ámbito académico o popular.